La ciudad de la furia. Trigésimoquinto.

16 02 2010

-Si lo llamás o le mandás un mensaje, lo que vas a conseguir es que tenga tu número que es exactamente el motivo por el que vino. No puedo creer que no te des cuenta, -decía sorprendido.

Las formas que me pasaban por la cabeza eran excesivas. O ella no me entendía o yo no la entendía, pero así no se podía seguir. Ella me señalaba que era historia vieja. Pero ella no entendía que la historia vieja cuando golpea la puerta deja, inmediatamente, de ser historia. Un tipo no toca la puerta de alguien solo porque está aburrido o porque pasa por ahí, la toca porque espera que se la abran. Y en esos días los llamados y los timbres habían sido habituales.

-Basta me cansé. Vos hace lo que quieras, -dije encrespado.

Agarré lo poco que había dando vueltas y apunté para la puerta.

-¿Te vas? –me dijo interceptándome.

-Sí. No tiene sentido dar tantas vueltas. Vos hacé lo que quieras con tu vida y yo sigo con la mía.

-Pero no quiero que te vayas. – me miraba con los ojos más claros que jamás haya visto.

-Yo no me voy porque quiero. Me voy porque no puedo manejar lo que me pasa y la manera en la que lo manejas vos no me cierra. Pareciera que seguís siendo quien decís ya no ser. Y así yo no puedo.

No sabía cómo continuar. Des vivía nuestra relación con un enfoque disímil. Yo me había jugado todo. Abandoné un laburo en Londres. Renuncié a mi vida en Río y ella no podía dejar su pasado. No podía dejar su blog y sus seguidores. Me sentía tan mal. Me sentía abatido, dolorido. Una palada de tierra me caía encima con el peso de veinte personas de veinte historias.

-Des, -dije mirándola y tomándole las manos. -Tenés que tomar decisiones. Tenés que saber qué es lo que querés y pareciera que todavía no comprendés. Yo ahora me voy. Vos pensá que es lo que querés y cuando lo sepas me llamás.

Estaba furioso y ella seguía sin creerme.

-Decime que querés que haga, -me pregunto. –Le mando un mensaje y le digo que no venga más.

-Pero porqué no se lo dijiste recién. Lo tenías del otro lado del portero eléctrico escuchándote. Le decís no me jodas mas. No vengas más. Pero no, lo que le decís es ahora no puedo. Como puede interpretar este tipo eso… a ver… ahora no pero mañana si. ¿Enserio no lo entendés?

Estaba poseso. La sangre se me amontonaba en la frente y la piel se me enrojecía con la efusión furibunda arrancándome las ideas.

-¿Que querés que haga? –Volvió a decir.

-No sé, pero tenés que entender que en la cabeza de un tipo, dejar interpretaciones libres es lo mismo que una invitación a coger mañana. Los tipos son así. Interpretan lo que sus pitos les mandan. No piensan en que le dijiste que no, piensan en que quizás mañana si. Y si le mandas un mensaje donde sale tu número, lo que va a pensar es que le estás dando el dato que él quería para que te llame en otro momento. Porque ahora no podés pero mañana si y por eso, porque lo querés volver a ver, es que le mandaste el mensaje, seguramente en su afiebrada estupidez va a pensar que a escondidas lo hiciste. Lejos del tipo que estaba ahora pero se lo envias porque nadie en el mundo te coge como él y te arriesgas a todo… así piensa un boludo de estos. No lo pueden evitar. Son todos iguales. Somos todos iguales o casi todos.

La cólera se me montaba clavándome las espuelas embraveciendo mi ira, a estas alturas absoluta.

-Entonces…

-No sé. Llamalo y decíselo pero dejaselo claro. Que no tenga dudas, que no lo queden segundas interpretaciones.

-Si lo llamo va a tener mi número y me decís que no se lo querés dar, -decía mirándome perpleja.

-No es que “yo” no se lo quiero dar. Vos no deberías querer dárselo.  Llamalo pero como un numero privado para que no lo tenga.

-¿Y cómo hago eso?

Le conté una manera de hacerlo y lo llamó.

Me quedé finalmente y comimos y seguimos adelante, pero las dudas en mi cabeza zapateaban y saltaban enardecidas como en un recital de ramones en pleno gaba gaba hey.


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10 responses

16 02 2010
Des

Auch… Feos recuerdos. Que mal momento!!

***

16 02 2010
zapatillasverdes

Sí, feitos. ***

16 02 2010
Just Blueyes

Una palada de tierra con el peso de veinte personas, historias y dudas saltando enardecidas como en un recital de Ramones…
I so don´t want to wear GS at that very moment!
Besos!

17 02 2010
zapatillasverdes

Yo si quería estar. Des lo vale.

Z.V.

17 02 2010
Belén

Es difícil enternder la perspectiva d eun hombre…yo hubiera hecho igual que Des, salvo por la parte de preguntarte a vos qué querías que hiciera. Aplauso a ella por su resolución de conflictos!!

Igual, ZV, te lo digo con toda la onda, y desde una perspectiva más femenina quizá: ojo con asfixiar, que los celos mortales no terminen matando en serio…

Un saludo!

18 02 2010
zapatillasverdes

Hay una diferencia entre los celos estúpidos sin sentido y los que son causados por un «idiota» que toca el timbre sin que lo hayan llamado, ¿no creés?
De todos modos, entiendo tu comentario.

Z.V.

19 02 2010
70. En problemas (3) « …(des)encontrada…

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21 02 2010
Belén

Sí, entiendo, y entiendo también la impotencia terrible que da el querer borrar a ese otro de un plumazo y no poder hacerlo…

Lo bueno es que Des entendió bárbaro tu postura y te demostróq ue en ella sí podés confiar!

22 02 2010
zapatillasverdes

Son momentos en los que no siempre es fácil coincidir. Algunas veces hay que pensar unos segundos más.

Z.V.

23 02 2010
71. …y una de arena. « …(des)encontrada…

[…] 71. …y una de arena. 23 Febrero 2010 Posted by …(des)encontrada… in 2009. Tags: Dudas, El viajero, mensaje de texto, Novio, sexo, Zapatillas Verdes trackback Del Otro Lado: La ciudad de la furia. Trigesimoquinto. […]

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